La razón de origen de la COPIPEV fue un descuento ilegal aplicado al aguinaldo de los pensionistas. La agrupación encaminó luego sus afanes en otros aspectos importantes pero, cuando menos algunos, un tanto circunstanciales. Pronto se percató de que lo realmente grave es la precaria salud financiera del IPE. Problema que no atañe sólo a los pensionistas, sino de manera seguramente más lesiva, en el futuro, al actual personal en activo de las diversas dependencias gubernamentales.

La COPIPEV está presta a aportar su concurso en pro de una solución consensuada y participativa, pero sólo lo hará con toda la información sobre la mesa. Sería impropio, por ejemplo, aumentar cuotas a los afiliados mientras no se abatan las estructuras operativas que, al amparo de la opacidad, durante décadas han dado lugar a que la ley vigente para el Instituto sea letra muerta.

jueves, 27 de septiembre de 2012

IPE, ¿Fin a la opacidad?



Publicado el 01 Marzo 2012


Alberto Flores Callejas
Algunos tópicos obligadamente se tornan recurrentes. El Instituto de Pensiones del Estado (IPE) atraviesa por una preocupante crisis, lo cual hace indispensable repasar algunos de los factores que lo tienen en situación precaria, de acuerdo con la visión de importantes actores directamente involucrados en la administración de ese Instituto. El pronóstico de quiebra en el mediano plazo se va configurando así. Pareciera que eso nos anunciaran, que para eso alguien quisiera sensibilizarnos.

El pasado lunes apareció un pronunciamiento público signado por la Coalición de Pensionistas del Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz (COPIPEV). La publicación da cuenta de un IPE caracterizado históricamente por su ineficaz administración, sin rendición de cuentas para los derechohabientes, sin transparencia en la información a la que por ley está obligado, en el cual han reinado la opacidad y el desapego a la norma que supuestamente lo rige. La consabida expresión: “Caja Chica del Gobierno” para referirse al IPE, alude inconfundiblemente a prácticas viciosas o de franca corrupción, a las cuales casi ningún régimen estatal ha sido ajeno, pero que, según “vox populi” alcanzaron la cúspide en el sexenio concluido hace poco más de un año.

Esa carta abierta, dirigida en primer término al Ejecutivo del Estado, repasa documentadas referencias que dibujan un IPE en crisis. Declaraciones provenientes de líderes sindicales que forman o han formado parte del Consejo Directivo y también de funcionarios del propio Instituto, confluyen en la expectativa de un panorama desolador al tiempo que dejan clara la principal causa de la debacle financiera, misma que no está en el adelgazamiento burocrático del Estado, derivado de políticas neoliberales; ni en el alargamiento de la esperanza vida, incluyendo por supuesto a los pensionados; ni en las altas pensiones que, convenimos, en algunos casos no se justifican y que el propio Consejo Directivo debió atajar.

Esas y otras variables sin duda contribuyen adicionalmente al problema, pero la causa principal está en el saqueo configurado por las cuotas no aportadas al IPE durante años, tanto las correspondientes a la parte patronal como las que SEFIPLAN deduce del sueldo de los trabajadores sin hacerlas llegar a su destino y, ¡el colmo! “préstamos” que, dada la estructura orgánica del Instituto, de hecho el propio Gobierno del Estado se ha hecho a sí mismo, los cuales tradicionalmente “paga” cuando puede y quiere, con aportaciones esporádicas que se publicitan como “salvamentos”, sin especificar a qué obligaciones financieras y legales corresponden. Sería iluso pensar que tales préstamos generen intereses. Gobiernos ha habido que saldan su adeudo asignando al IPE predios de la reserva territorial, cuyo valor comercial es ínfimo, comparado con los montos económicos sustraídos de lo que es patrimonio de los derechohabientes.

La referida carta abierta abunda en reflexiones y datos, hace referencia a una entrevista que la comisión representativa de COPIPEV tuvo con el actual Director General del IPE y remata con el señalamiento del compromiso de transparencia que el Ejecutivo del Estado declaró al dar posesión al funcionario aludido. Los ofrecimientos que de allí se derivan constituyen un imperativo para la supervivencia del IPE. Sólo con políticas de auténtica rendición de cuentas podrá echarse abajo la opacidad que allí ha reinado.

Una muestra de tal opacidad son las respuestas que el propio IPE ha aportado ante solicitudes planteadas al amparo de la Ley de Acceso a la Información. Las cuatro que enseguida se citan, extraídas del portal del propio Instituto, resultan por demás significativas:
El 6 de febrero de 2011 se solicitó el tabulador de sueldos del IPE. La respuesta remite a la página www.ipever.gob.mex, Allí, en el link de “transparencia” aparecen las percepciones de 408 integrantes del personal del propio Instituto, empezando por el Director General ($36,347.51). Nada se dice sobre las compensaciones al personal de confianza.
El 29 de marzo de 2011 se solicitó acceso a los documentos de entrega recepción del IPE, que debieron haber firmado los directores entrante y saliente, en las administraciones de los gobernadores Miguel Alemán, Fidel Herrera y Javier Duarte. La parte esencial de la respuesta fechada el 12 de abril de 2011 dice textualmente: … “no se le pueden dar a la vista, toda vez que en ellos se encuentra información clasificada como de acceso restringido en su modalidad de reservada”…
El 23 de junio de 2011 se solicitó información de los años 2000 a 2010 sobre servicios médicos, estados financieros, sistemas de capitalización individual, unidades médicas, planificación familiar, etc. La respuesta emitida el 29 de junio de 2011 expresa: (el IPE) … “no cuenta con consultorio médico, personal médico, odontólogos, y tampoco maneja cuentas individuales de los derechohabientes”… Tal respuesta nada aborda sobre estados financieros y sistemas de capitalización.
El 11 de agosto de 2011 se preguntó: “¿Cuánto debe el Gobierno del Estado de Veracruz al IPE? en lo que concierne a los artículos 17 y 18” (cuotas y aportaciones de conformidad con la ley) y se solicitan copias de tales pagos. La respuesta fechada el 24 de agosto de 2011 reza: … “a la fecha el Gobierno del Estado no tiene adeudo con el IPE, las copias (aludidas) están en poder de SEFIPLAN.

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